Elecciones

    Conocí un paisaje donde vivía un gran lago pacífico. Desde el primer día se mostró amable y generoso. Siempre intuía lo que necesitaba y me lo ofrecía. Como por arte de magia, la realización de mi deseo salía de la tierra para que lo tomara. Una vez pensé en una torta de chocolate con muchas fuerzas y la misma apareció en un segundo. Cuando le convidé al lago me contestó:

-No quiero. Soy feliz viéndote serlo.

    En el lago disfrutaba mis días con placidez. Pero comencé a inquietarme. ¿Por qué todo iba tan bien siempre? Vi una pequeña mancha de aceite en medio de su superficie. Al observarla con fijeza parecía que aumentaba su tamaño. El lago no hacía mas que disculparse conmigo. Estaba desolado al verme inquieta. Deje de observarlo para mirar hacia otros horizontes. Cada día tomaba paseos mas largos para despistar al lago.
    Me topé con un dragón que tomaba sol posado en una rama. Conocía la fama de esa criatura. A pesar de eso, el dragón me parecía divertido y sus escamas muy atractivas. Soplaba figuras de fuego en el aire para entretenerme. Decidí partir con él pero quería conocerlo bien primero. Estuve un tiempo acompañando al lago para no lastimarlo del todo con mi lejanía pero cada vez pasaba mas tiempo con el dragón. El primero ignoraba la existencia del segundo.
   Abandoné al lago, Acompañé al dragón que era pura diversión y escamas. No podía reprocharle esto pues ya lo sabía desde el inicio. Aún así no pude evitarlo. El dragón se cansó de mis quejas y empezó a volar cada día mas lejos.
    Entonces conocí a una lechuza que era custodio del conocimiento mundial, libros y saberes. Era muy engreída aunque admirable a la vez por su inteligencia. Yo notaba esto pero a un así viaje con ella una temporada. Hasta que me canse de su condición.
    Me dediqué a salir con el lago, el dragón y la lechuza para centrarme sólo en la tranquilidad, la diversión y el conocimiento. Ignorando el aburrimiento, lo superfluo y la soberbia. Pero no podía seguir con mis cavilaciones y elegí. "¿Al lago?" supondría un coro de mujeres sabias. No, elegí al dragón porque prefería sus escamas antes que la tranquilidad. Nunca volvía a ver al lago.
    Tiempo después descubrí un volcán con bellos colores. Su porte imponente y majestuosidad eran admirables. Todos lo fotografiaban y se retiraban pero yo quise construir una casa a su lado. Lo rodeo con un jardín Florido por especies coloridas de toda clase. Allí viví muchos períodos felices con mi volcán. Era problema era cuando amenazaba con activarse. En esos momentos debía actuar rápido. Retirar la casa y el jardín e irme. Pero un día el volcán me tomo de improvisto y entró en erupción. Perdí todo. Abandoné de inmediato al volcán y busqué un lago para retirarme a descansar.


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