Epopeya (tres visitas)


Perseguí  la eternidad,
pues me prometía,
en cada estación en que nos cruzábamos,
ser mi compañía.

Al verse forzada,
ir a mi encuentro rechazó.
En su lugar,
tres lacayos envió.

.Primera visita: un dios, 
apátrida, vacilante,
 y acéfalo
sobre la fe ciega me adoctrinó.

.Segunda visita: un falso espejo,
promesas falaces reveló.
Ayer y mañana resultaron ser,
un engañoso reflejo.

.Al fin: un sabio hechicero,  
por descuido o piedad,
me contó un secreto: 
-El tiempo no existe, todo es continuidad.-

Desafiante me encontró,
-¿Qué es la eternidad
sin vara que la mida?-
Retrucó.

Anonadada, descreída, 
y  temblando
es como me dejó,
descubrir la nada misma.

Comentarios

Braulio Senda dijo…
Macu, ¡cuánto me gusta leer tus creaciones!

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